viernes, 9 de septiembre de 2011

EL TITI CABECIBLANCO

EL TITI CABECIBLANCO


El tití cabeciblanco (Saguinus oedipus) es uno de los primates de mayor peligro de extinción en el mundo y que sólo se encuentra en los bosques tropicales de Colombia.

Del tamaño de una ardilla y con un peso de alrededor de 1 libra. Llegando a pesar 404-417 g de peso en la naturaleza y unos 565-700 g en cautividad. La longitud Rodilla-talón (M = 7,26 cm) y la longitud de la cola a la cabeza (M = 23,07 cm) parecen ser similares para tities salvajes y en cautividad.


El gran mechón de pelos blancos sobre su cabeza le da al Tití Cabeza Blanca su nombre más apropiado. Machos y hembras no son sexualmente dimorfos, La cara del Tití es negra, las sienes y los lados de la cabeza están cubiertos de pelos cortos plateados. El rostro está adornado con una banda supraorbitaria grisácea o blanquecina, con una franja grisácea en el hocico a cada lado de la boca. Hay una cuña mediafrontal blanca en forma de cresta. La superficie dorsal del cuerpo es principalmente negra o marrón, mientras que el resto del cuerpo, brazos y piernas son predominantemente blancas.

La especie fue declarada en peligro de extinción en 1973 tras la exportación de 20000-40000 titíes a los Estados Unidos para su uso en investigación biomédica. A finales del decenio de 1970 y durante gran parte del decenio de 1980, se encontraron titíes cabeza blanca que espontáneamente desarrollaron adenocarcinoma de colon. Sirvieron como el principal modelo para un estudio de esta enfermedad por gran parte de esa década.

Hoy en día la mayor amenaza para la supervivencia del Tití es la deforestación para la agricultura, combustible, y la vivienda, además de la captura ilegal de animales como mascotas para el comercio local en Colombia. El comercio ilegal de titis todavía sigue en gran parte del mundo, a pesar de las leyes internacionales que condenan ese tipo de actividad.


El tití cabeciblanco tiene una distribución muy limitada, que se produce en el noroeste de Colombia entre el río Atrato y el río Magdalena, en los departamentos de Sucre, Córdoba, Bolívar y Noreste Antioqueño, desde el nivel del mar hasta 1500 metros.



Se encuentra en las regiones de bosque húmedo tropical en alturas comprendidas entre los 200-1000 m, donde la precipitación anual es entre 2000-4000 mm. Las poblaciones también se producen en bosque tropical seco, con bajas precipitaciones estacionales.

Las hembras de titíes en cautividad tienen una gestación de 183 días y un ciclo ovulatorio de 18 días. Las hembras tienen un estro de 18 días después del parto y el 80% de estas ovulaciones resultan en la concepción. En la naturaleza, las hembras tienen un promedio de 144 días de supresión de la fecundidad después del parto, que parece ser influenciado por las condiciones ambientales.


Las hembras reproductivamente activas también son capaces de influir en la fertilidad de otras hembras en el grupo. Por alguna razón hormonal, mientras la madre procrea, las hijas permanecen inhibidas a pesar de haber llegado a la madurez. Tanto en el medio silvestre como el cautiverio, las hembras post-pubescent reproductivamente son suprimidas, mostrándose acíclicas, mientras permanezcan en su grupo. En consecuencia, para que una tití se vuelva reproductivamente activa, debe ser separada de su grupo y formar pareja con un macho nuevo. Las Feromonas han sido implicadas como uno de los factores que median en esta supresión. Hembras cautivas removidas de su grupo, emparejadas con un macho nuevo y expuestas al olfateo de las secreciones de su madre, toman un mayor tiempo para ovular que aquellas hembras en condiciones de control no expuestas. Los machos también influyen en la fertilidad de una hembra. Los machos pueden acelerar la pubertad en hembras prepubescentes. Además, apareando a una hembra con un macho "familiar" (p.ej. el hermano) no hará que la hembra se haga reproductivamente activa. Las hembras ovularan sólo con la presencia de un macho nuevo.


Mientras que las hembras en cautiverio se reproducen dos veces al año, las hembras silvestres dan sólo un nacimiento al año antes de la estación lluviosa. El período de nacimiento parece estar correlacionado con un gran consumo de frutos e insectos en su dieta. La composición de la dieta puede también influir en la fecundidad y si una hembra tiene uno o dos críos.


El cuidado parental en esta especie es compartido por todos los miembros de su grupo. La temprana experiencia de acarreo de críos, observada en cautiverio, se ha encontrado que influye en el futuro éxito reproductivo tanto en machos como en hembras. Si un animal nunca acarreó un crio mientras permanecía en su familia, esto irá en detrimento de su propia descendencia. Sin embargo, si el animal ha tenido experiencia en el acarreo de críos antes de la reproducción, él será exitoso en el cuidado de sus críos. Es interesante observar que, animales no natales están involucrados activamente en el cuidado de crios y a menudo son observados asumiendo la posición de vigilancia en sus nuevos grupos. Un animal nunca acarrea críos mientras está en la función de vigilancia. El centinela permanece vigilando mientras el grupo forrajea o descansa y es responsable de alertar al grupo de cualquier amenaza potencial para su seguridad.

Los críos son acarreados únicamente durante las cuatro primeras semanas de desarrollo, con una disminución gradual durante las semanas 5-9, de tal forma que por la semana 10, los críos son acarreados solo cerca un 50 % del tiempo. Todos los individuos en el grupo acarrean a los críos, aunque los adultos lo hacen un poco más que los juveniles. No hay ninguna diferencia significativa en el tiempo de acarreo entre machos y hembras. Sin embargo, hembras primíparas, acarrean sus críos más durante las primeras dos semanas que hembras multíparas. La supervivencia infantil para un año de edad se incrementa con el tamaño del grupo. La contribución de la madre en el cuidado infantil permanece independiente del tamaño del grupo, sin embargo, en grupos más grandes, el acarreo de críos por machos adultos es menor. El macho adulto sin embargo, exhibe más comportamiento de vigilancia y asume la posición de centinela más a menudo que las hembras adultas durante el mismo tiempo. El comportamiento de vigilancia de los adultos también aumenta a medida que los infantes se hacen más independientes.

http://www.proyectotiti.com/Default.htm

un video http://vimeo.com/federicopardo/proyectotiti